sábado, 21 de septiembre de 2013

¿Nos salvarán las competencias básicas?

Las competencias básicas llevan ya un tiempo en la ordenación del sistema educativo español. En su legislación, desde la Ley Orgánica de Educación, publicada en el BOE de 3 de mayo de 2006, donde se recogen en su anexo I. Las ocho competencias básicas se definen como "aquellas competencias que debe haber desarrollado un joven o una joven al finalizar la enseñanza obligatoria para poder lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida." Supongo que, en mayor o menor medida, nos suena este enunciado. 
Siete años después, se puede disponer de una perspectiva sobre la implantación de las competencias en la práctica escolar diaria. Hace unos días, escuché a la catedrática Elena Martín reconocer que no se trabaja por competencias de manera generalizada en nuestro sistema educativo. Es una afirmación que comparto y que me reafirma en la sospecha de que las competencias básicas han dado poco pasos más allá del currículo prescriptivo, bien en su versión estatal o en la concreción autonómica de cada consejería educativa. Ha habido, sin duda, docentes que las han adoptado de manera entusiasta (quizás el Proyecto Atlántida sea la iniciativa más articulada y representativa) pero no ha sido un movimiento generalizado. En tono jocoso, suelo comentar que, si se tomara a los docentes por sorpresa y se les pidiera que escribieran ordenadamente las ocho competencias básicas en un papel, muchos no sabrían enumerarlas. Y esto, ¿por qué?
Quizás su carácter transversal, su aspiración a guiar la práctica, no se ha comprendido. O, lo que sería peor, no se ha tenido en cuenta. Recordemos que la tercera finalidad que se cita en la LOE al incluir las CCBB es "orientar la enseñanza, al permitir identificar los contenidos y los criterios de evaluación que tienen carácter imprescindible y, en general, inspirar las distintas decisiones relativas al proceso de enseñanza y de aprendizaje." Es decir, se plantearon como una guía, una manera de organizar los aprendizajes con un componente práctico. Ya se advertía que "no existe una relación unívoca entre la enseñanza de determinadas áreas o materias y el desarrollo de ciertas competencias. Cada una de las áreas contribuye al desarrollo de diferentes competencias y, a su vez, cada una de las competencias básicas se alcanzará como consecuencia del trabajo en varias áreas o materias." Y quizás esa indeterminación, ese nadar entre dos aguas -el currículo basado en contenidos, de larga tradición en España, y una concepción más abierta, que intenta inspirar más que prescribir, orientar más que ordenar- las han convertido, para gran parte del profesorado, en irrelevantes, en evanescentes. 
Quizás las administraciones educativas, con su rapidez de reflejos habitual, han empezado a darse cuenta de esta situación que deja las CCBB en un limbo organizativo, en una realidad paralela: presente en la legislación, pero ausente en las reflexiones -y en la manera de plantear los aprendizajes- de la mayoría de docentes. Pedir, desde inspección, que se programe "por competencias", no es la solución. Convertir una orientación de carácter holístico en un montón de indicadores y cruzarlos con contenidos para obtener un farragoso juego de los barquitos, sólo traerá más tarea y más presión para los docentes. La práctica educativa, bien, gracias.


5 comentarios:

  1. Salva, para mí, lo siento, probablemente sea desconocimiento pedagógico, psicológico o psicopedagógico, tanto las competencias, como aquellos conceptos, procedimientos y actitudes, no son más que terminología que dificulta la labor docente.

    ¿Acaso los que estudiamos con la LGE (creo que se llamaba así a la anterior a la LOGSE) e incluso con otra formas educativas anteriores no sabíamos conceptos, procedimientos y actitudes, acaso no eramos competentes lingüística-, matamática-, social y ciudadana...? Y de verdad que intento implementar en papeles y actividad diaria todo aquello que me exige la normativa pero es tiempo que no invirtió en preparar actividades para que el alumnado realmente pueda aprender.

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  2. Efectivamente, existe la percepción -apoyada por la inestabilidad legislativa- de que cada cierto tiempo cambia la nomenclatura de los elementos curriculares, mientras que la realidad escolar permanece inalterada. Las competencias, a mi entender, querían ser otra cosa, pero han acabado siendo un requisito formal, un complemento de la programación. La didáctica, la reflexión sobre el aprendizaje, debe ocupar un lugar destacado. Pero sin perder de vista una perspectiva más amplia, que dé sentido a nuestro trabajo. Gracias por comentar.

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  3. Las competencias básicas son un elemento básico de transformación educativa ... Es el paso de enseñar sólo para SABER a enseñar a SABER HACER. Una lástima, Salva, que, como bien dices, hayan quedado aparcadas y sólo figuren en programaciones que no se cumplen.

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    1. Tal vez, si no hubieran aparecido de esa manera en la LOE, sino que se hubieran introducido como manera de trabajar que pudiera imitarse en las aulas, habrían tenido más éxito. Es lo que han intentado desde Proyecto Atlántida. Ha pasado a ser una nomenclatura más, sin concreción en los contenidos curriculares, que siguen marcando lo que se hace en las aulas. Gracias por comentar.

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  4. La introducción de las competencias en el currículum debería haber dado mucho más que hablar de lo que dió. Revestidas de un lenguaje humanista, no són más que el primer paso a la homogeneización del ciudadano tipo , ya desde las escuelas, que la europa capitalista necesita para el s.XXI.

    La introducción de las competencias, es continuar con el paradigma de la escuela como productora de mano de obra para el sistema, de técnicos en ... en lugar de personas libres y críticas. Intoduciendo así cada vez, más lenguaje económico en la educación.Ahora somos competentes ( idóneos, rivales en oposición, etc .. ) en tal competencia u otra. La escuela midiendo a sus alumnos en términos económicos en lugar de humanos. FAIL!!

    No os da miedo, que haya un plan desde Europa, para homogeneizar desde la educación, a los ciudadanos de clase trabajadora? A quién obedecen las competencias, quien/quiens necesita el ciudadano tipo que promueven?, para los intereses de quién/es estamos educando con la competencias?

    Mirad a vuestro alrrededor , las preguntas se contestan solas.

    Un abrazo compas,

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