La primera semana de julio se ha celebrado la Escuela de Verano Carme Miquel, en Castellón y Gandía. El título era La educación en un mundo digital. He tenido la suerte de acudir a la primera convocatoria, en el Paraninfo de la Universidad Jaume I. Y digo bien, suerte por varias razones. Una de ellas, la calidad de las ponencias e intervenciones. Otra, la recuperación, tras lo peor de la pandemia, de la presencialidad en formación de profesorado. Y una tercera, la oportunidad de ver que hay ganas de aprender, hay profes jóvenes que quieren seguir mejorando. He de mencionar a dos profesoras de secundaria, de ciencias, con las que compartí grupo de trabajo, que me impresionaron por su implicación y predisposición a cosas nuevas.
Hemos dividido el repaso a las jornadas en dos artículos, ya que hubo muchas aportaciones de interés y sería una lástima dejar fuera aquellas ideas, iniciativas o reflexiones, que nos resulten útiles al conjunto del profesorado.
Cartel anunciador de las jornadas |
Las jornadas empezaron con las palabras de Margarida Castellano, directora general de innovación, quien se quedó durante la primera jornada. Nos presentó un vídeo sobre los Movimientos de Renovación Pedagógica y las escuelas de verano, un hito histórico en la formación autónoma del profesorado valenciano. Después, una fantástica mesa redonda sobre experiencias de
integración de las TIC en las aulas, moderada por Francesc Esteve. Empezó, en la etapa infantil, con la estupenda Miren Pardo (@laclasedeMiren) que reflexionó sobre la soledad de los innovadores con TIC en tantos centros, entre ellos, el suyo. Miren nos mostró un proyecto sobre el fondo marino, utilizando RA, en concreto la aplicación Quiver.
También encontramos el caso contrario, en lo que acompañamiento del claustro se refiere. Vanessa Marín (@vanesa_marin) trabaja en un CEIP, el Manel Garcia Grau, sin libros de texto, en el que utilizan proyectos de trabajo incluyendo habitualmente las TIC. Nos hizo un repaso por diversas experiencias en varios cursos de primaria.
Participantes en la mesa redonda |
En secundaria, contamos con las aportaciones de Ana Ovando, @voxgraeca, que recordó diversos trabajos colaborativos entre centros de secundaria, basados en investigaciones del alumnado, que no se habrían podido celebrar sin la aportación de las TIC. Ana recordó la Escuela 2.0 y la superación de las paredes físicas en un doble sentido: mostrar lo que se hace y dejar entrar la realidad en el aula. En la misma línea, Jordi Marín, @jordimarin profesor de secundaria, nos habló del proyecto Lacenet, que se plasma en la "Castellonada", un paseo por la ciudad en el que el alumnado tiene unos retos en forma de gymkana, una vez localizados los lugares físicos. Esta actividad se ha llevado a cabo en ciudades por toda España, gracias a los códigos QR y la geolocalización. Además, nos contaba Jordi que servía para detectar y registrar barreras arquitectónicas en la ciudad, haciendo así una actividad de aprendizaje-servicio.
El debate posterior giró en torno a las resistencias y reticencias en lo que a adoptar las TIC se refiere. En general, la sensación de soledad en los claustros es compartida (excepto Vanesa, como se ha comentado anteriormente). Ana habla de profesorado conservador, pero también es conservador el alumnado, que se conforma con lo que sabe hacer y no se muestra demasiado receptivo a nuevas aplicaciones o usos. En ese sentido, Jordi Marín expresa que también se ven algunos problemas con la identidad digital del alumnado en secundaria. Y recuerda la necesidad de formarse del profesorado en cuestiones TIC (el confinamiento fue una piedra de toque muy relevante).
Miren resaltó que lo importante es crear contenido útil, de uso didáctico, con los elementos digitales disponibles, y para eso se requiere disposición positiva del profesorado, más que mucho conocimiento TIC.
Por otra parte, se comentó que muchos docentes jóvenes no se interesan por las redes profesionales ya creadas; espacios como Aulablog, Espiral, Novadors, Un entre tants... no se ven como atractivos. Y es preocupante la cuestión del relevo generacional. Con esta reflexión terminó la mesa redonda, que fue intensa e interesante, como podéis comprobar.
Posteriormente, Linda Castañeda, de la Universidad de Murcia, nos presentó el ACAD Toolkit, un proyecto llevado a cabo en la universidad australiana de Sidney, en la neozelandesa de Massey... y en la Jaume I de Castelló, junto con la Universidad de Murcia. En el enlace tenéis explicado sucintamente el material; el acrónimo obedece a Activity -Centred Analysis and Design, es decir, Análisis y Diseño Basado (o centrado) en la Actividad, lo que nos daría ADBA o ADCA, en castellano.
Linda reivindicó partir de actividades emergentes, es decir, que sean capaces de provocar diversos aprendizajes y que tengan un carácter abierto. El problema que ella ve, y cuyo análisis comparto, es que no se piensa el diseño didáctico, sino que se utiliza aquel ya hecho, aquel que proporciona el libro de texto, o la unidad didáctica ya planteada.
Por eso es interesante, retomando lo que decía Miren Pardo, la capacidad de crear contenidos (o recrearlos) y poder plantear actividades con potencial de aprendizaje relevante. Se podrá objetar que eso es complicado, que tal vez no estemos preparados... Justamente el ACAD Toolkit da soluciones en forma de tarjetas que repasan diversos aspectos de la actividad, desde las bases pedagógicas subyacentes a los lugares en que se desarrolle, el agrupamiento del alumnado, las subtareas... Como un juego cooperativo, el equipo docente puede montar la actividad teniendo en cuenta todo lo que implica. De una manera sencilla y dialogada.
La mañana terminó con un taller por temas para conocer el ACAD Toolkid traducido al español. Las tarjetas temáticas van por colores para facilitar la clasificación. Y no hace falta ordenador, ni conexión online. Sólo unos docentes con ganas de plantear actividades, de crear valor sobre su trabajo.
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